miércoles, 18 de febrero de 2015

Hitos del desarrollo y Estimulación en Porteo



 

 
Los hitos del desarrollo se producen continuamente en un bebé sano tras su nacimiento. Partiendo de las premisas, que su alumbramiento se ha producido de forma fisiológica, a término y sin intervención ni manipulaciones innecesarias como pueden ser una cesárea, maniobras, uso de Oxitocina sintética, fórceps, ventosas, etc... 

El bebé es estimulado por el entorno que lo rodea, teniendo este punto vital en cuenta, que mejor que estar cerca de la mamá desde el minuto 0 tras su nacimiento.
Para ello, el porteo es una herramienta fundamental que nos ayuda a respetar la postura fisiológica del recién nacido, tener contacto permanente con él, supervisión constante de su estado y respiración, proporcionarle seguridad, confort y descanso en cada momento, alimentarlo a demanda, tener las manos libres y por lo tanto autonomía para realizar actividades mientras porteamos a nuestro bebé. 

Al nacer un bebé no tiene adquirido el Control Cefálico, es lo que le permite sostener su cabeza mediante la estructura muscular de sus cervicales. En este punto, al portear a un bebé hay que tener en cuenta, que debemos proporcionarle sujeción en esa zona. Para ello, el portabebés ergonómico debe aportar soporte hasta por encima de sus orejas, lo que permite que su cabeza se mantenga estable sin sufrir movimientos bruscos. A partir, del primer mes y siempre y cuando el bebé tenga opción de pasar de los brazos al suelo boca abajo comenzará a ladear ligeramente la cabeza dejando sus vías aéreas despejadas e incluso inicia la elevación de la misma. 

Igualmente, la postura fisiológica del bebé recién nacido tiene una característica peculiar, manteniendo la que han adquirido en el útero materno durante los meses de gestación. Presentan los brazos y piernas flexionados sobre sí mismo y su cadera con una apertura natural.
Postura de ranita definida en porteo, y cadera en forma de M (culo del bebé apoyado en el portabebés mientras sus piernas se mantienen más altas que el mismo). 

De esta manera, el portabebés respeta la posición del nacimiento del bebé, ajustando perfectamente punto por punto sus vertebras y con ello, fomentando el tono muscular sin forzar la apertura excesiva de sus caderas y recayendo el peso del bebé sobre su culete y no sobre sus genitales. No va colgado, va sentado. 

Cuando un bebé es capaz de elevar su cabeza desde el plano horizontal boca abajo en el suelo, o en posición vertical, ésta se alinea con el tronco evitando caer hacia atrás y dañar sus vertebras cervicales. Podemos decir, que ha logrado un nuevo hito en su desarrollo, la adquisición del Control Cefálico

Este momento, en torno a los 3 meses, suele coincidir con su desarrollo cognitivo, descubre su Propiocepción (reconoce sus manos), es capaz de observarlas, moverlas, levantar ambas a la vez para intentar alcanzar un objeto en su línea media cuando se le ofrece.
Su adaptación social y lenguaje también dan un salto importante, son capaces de permanecer atentos cuando se les habla, emitir una sonrisa social y voluntaria como respuesta a la atención prestada, reconocer la voz de su mamá y papá. Observar el entorno que lo rodea con curiosidad. 

Relacionando estos hitos de desarrollo con el porteo, tal vez ahora no les apetezca que el portabebés sujete constantemente su cabeza y cuello porque ya es capaz, de mover su cabeza a un lado y al otro. Por lo tanto, tenemos que  tener presente, que ya sea el fular, bandolera o mochila realizada con tela de fular especialmente indicada desde el nacimiento, no debe alcanzar la altura que usábamos cuando era un recién nacido. Incluso en este punto hay bebés que ya quieren sacar los brazos y manos, pueden ir manipulando el propio tejido del portabebés, pelo, cara, complementos o ropa del porteador. 

La estimulación sensorial a nivel social en este momento es muy importante, la creación de vínculos seguros se fomenta con las miradas, caricias, besos, el lenguaje que le proporciona el porteador, la alimentación que lo nutre no sólo físicamente. Para ello, un portabebés favorece al tener al bebé siempre con nosotros, lo más cerca posible, estimulando así también a nivel visual, con el reconocimiento de imágenes, expresiones faciales, a nivel auditivo, reconociendo diferentes tonos de la voz, olfativo interpretando el olor de la mamá o el papá, la leche materna...


Cuando un bebé adquiere la Sedestación, es capaz de mantenerse sentado, curvando y moviendo el tronco. En un primer momento, sujeto por un adulto o sobre la cadera de un lado u otro. Luego se sienta con apoyo, ayudado de una mano para alcanzar un objeto hasta llegar a no utilizarlos.  Este hito del desarrollo se suele producir sobre el sexto o séptimo mes.

Adaptando esta nueva capacidad al uso de portabebés y porteo, se puede optar por cambiar de posiciones, ya no sólo portear frontalmente, sino en la cadera o espalda según la seguridad y destreza del porteador. Se puede ayudar de otros portabebés que se adapten o sí lo hacen con fular rígido probar diferentes nudos. Uso de mochilas de panel rígido especialmente indicadas para el momento en el que se adquiere la Sedestación. 

En este momento, el tejido del portabebés ya no hace falta que tenga una sujeción hasta su cuello, con quedar a mitad de la espalda y permitir que sus brazos queden libres es suficiente. El bebé tiene mayor control de su tronco, ha adquirido un tono muscular apto para girar sobre sí mismo, voltear,  moverse de un lado a otro mientras permanece sentado con la intencionalidad de alcanzar objetos. 

Es por tanto, un momento idóneo para ofrecerle más libertad mientras es porteado, se puede suceder la pauta suelo- brazos constantemente según reclame el propio bebé. Con las mismas ventajas, cercanía, contacto, seguridad, alimentación, pero con mayor autonomía y flexibilidad para favorecer al movimiento. 


A medida que el bebé crece y se desarrolla sus movimientos serán más vigorosos hasta logra el Arrastre y el Gateo hacia el séptimo u octavo mes. Comienza a girar, a arrastrar su cuerpo de atrás hacia adelante y viceversa. Es capaz de ponerse en cuatro puntos, rodillas y manos, incrementa el balanceo, obtiene la seguridad de estar en tan sólo tres puntos de apoyo al levantar alguna de sus manos del suelo para sujetar algún objeto que llame su atención. 

El porteo en esta fase debe ser adaptado al nuevo avance del bebé, puede llegar a tener una pequeña "crisis" de no querer ser porteado durante tanto tiempo como lo hacía antes. Es normal, ya que es una etapa de total descubrimiento del entorno que lo rodea, la capacidad de moverse le permite indagar y experimentar constantemente. También es cierto, que cuando se sienten cansados, necesitan el recogimiento de los brazos para descansar y notar la cercanía del porteador. Se puede utilizar diferentes portabebés más ligeros que faciliten a los padres esta situación, tales como bandoleras de anillas, tonga, pouch, mei-tais.... o tener destreza con el fular para rehacer nudos constantemente. 

Puesto que, ahora pasarán del suelo a los brazos continuamente. También tener en cuenta, que su motricidad fina cada vez está más desarrollada, adquiriendo la pinza tijera, son capaces de golpear objetos, mantenerlos durante un espacio de tiempo, pasarlos de una mano a otra por lo que, sus brazos y manos pueden ir totalmente descubiertos y el tejido del portabebés cubrir hasta sus caderas o media espalda dependiendo el que se use en este momento. A nivel Social y Lenguaje el desarrollo también se verá incrementado con el uso de portabebés, el bebé mantendrá contacto directo con el porteador y con el resto de personas que se vinculen con los padres o personas que lo porteen en este caso al estar a la misma altura. 


Sobre los diez meses, el bebé pasa a estar de pie con apoyo a estar sin él y de ahí, los cambios posturales son notorios y logra un hito destacado la adquisición de la Postura Erecta y la Marcha sobre los doce meses.
Hay padres que piensan que en este momento, se va a producir el final del porteo. El bebé muestra total libertad de movimientos, explora el medio que lo rodea, camina, alcanza los elementos que le rodean, su lenguaje es mucho más fluido, utiliza varias palabras con funcionalidad, es capaz de identificar partes de su cuerpo, objetos, responde a indicaciones tales como "dame", a su nombre, señala, da juguetes, su principal interés se centra en el juego y en el incremento de relaciones con su entorno y personas. 

Pero también existen momentos de descanso y brazos. Aún se agota al hacer grandes desplazamientos y necesita ser llevado cerca de sus padres. Como hemos indicado desde el gateo, en este momento la utilización de portabebés deben facilitar al porteador esa continúa subidas y bajadas al suelo por parte del bebé. Portabebés ligeros, mochilas o nudos con fulares cortos suelen ser los que más benefician a esta etapa. 


En definitiva, el uso del porteo adecuado y de portabebés ergonómicos se puede adaptar a cualquier momento en el desarrollo motor, evolutivo y cognitivo de nuestro bebé.
Sus beneficios son inmensos en cualquier momento, respetan su desarrollo y ritmos a la vez, que permite tener mayor cercanía, supervisión sobre el bebé, fomenta la alimentación natural del pequeño, incrementa el descanso en los momentos que lo necesita al estar cerca del cuerpo de la madre o del padre y por lo tanto, favorece a la formación de vínculos de apego seguros. 


Como conclusión:

 ¿Influye el porteo en el desarrollo de un bebé?. 

Por supuesto.

Nunca es tarde para Portear, se adapta a cualquier familia y situación.

¡Son todo ventajas!

Chamaida Fajardo Morales. 



Psicopedagoga, Experta en Atención Temprana, Educadora

de Masaje Infantil AEMI, Especialista Método AMNIO 

Asesora Continuum Mimos y Tetas en Formación.

Mamá&Yo

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